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Las reglas del juego

Las reglas del juego El fútbol, no es un tema que me apasione demasiado, pero cuando las cosas se hacen mal, creo que es necesario decirlo.
Me estoy refiriendo a que estando como estamos en el siglo XXI y con una cantidad increible de adelantos, seguimos haciendo de este deporte una tómbola dominguera en la que el premio gordo es que todo salga como debería salir. Las decisiones de lo que ocurre en el terreno de juego siguen bajo la responsabilidad de una persona que tiene a su cargo unos 7.000 metros cuadrados para inspeccionar que todo lo que ocurre, está dentro de un reglamento que muchas veces es interpretativo.
Los ayudantes(linieres) de este señor (árbitro), pueden recorrer una línea recta de unos 100 mts, y tiene que ver lo que ocurre a 70 metros enfrente de ellos. Parece una utopía, y por ello se cometen errores. Normal?.
Posiblemente se les esté pidiendo mas de lo que son capaces de ver y hacer, y por ello mismo, deberían adoptarse medidas que sirviesen a hacer de este deporte algo mas limpio equitativo.
Todas las semanas hay programas que analizan al detalle las jugadas dudosas, dando imagen de lo sucedido desde todos los ángulos posibles. Esos mismos planteamientos podrían ser aplicables en el terreno de juego en el momento en que se produce la jugada polémica. Eviaríamos muchos problemas, muchísimos problemas. Estamos convirtiendo este deporte en un arriegado juego en el que el señor de negro tiene muchas papeletas de convertirse en el objetivo de espectadores descontentos (con razón en muchos casos).
Ligas de fútbol millonarias, galácticas, Mundiales, europeos, Champions, etc, son competiciones donde se juega muchísimo dinero, y en la que equipos pueden ganar o perder cantidades impresionantes de ese dinero por una decisión equivocada.
En cualquier deporte el árbitro ideal es aquel que pasa desapercibido y que no influye para nada en el resultado, pero ¿cuantos casos de ese tipo se dan en un año?
Parar un partido durante unos segundos para comprobar una jugada no creo que sea excesivo, y esos que opinan que asi se pierde la "gracia" del juego, deberían opinarlo tras sufrir un abitraje nefasto e injusto en contra de su equipo preferido.
Al fin y al cabo si el deporte persigue que haya hermandad entre los contrincantes, convendría abogar por que fuera dentro de unas reglas de juego que se adoptan en igualdad de condiciones y sin dejar lugar al error.

La red del pescador

El pasado dia 13, se presentó en Zaragoza la nueva novela de Jose Luis Galar. "La red del pescador". Se trata de su cuarto trabajo. Este es sin duda el mas profundo , y para mi un gran descubrimiento. Sin llegar a desvelar nada de la intrigante trama, se puede decir que trata de unas intrigas dentro del Vaticano con conexiones con nuestra ciudad, mas concretamente con la cartuja del Aula Dei.
Que no piense nadie que está remotamente basado o relacionado con ese otro libro numero 1 en ventas sobre el código Da Vinci, solamente tiene en común (a mi entender), que la iglesia católica es uno de sus protagonistas, y que te impide dejar de leer sin conocer lo que va a suceder a continuación.
Desde aqui mi mas sincera enhorabuena a Jose Luis por su trabajo, espero que sea un exito, y como el me aventuró en su dedicatoria que todo sea el principio de una gran amistad.

La puerta de Dios

La puerta de Dios La puerta de Dios.
A veces me quedo pensando en las puertas de las iglesias. Y no sé si entrar. Me han parecido siempre lugares como mínimo reservados, y muy respetables. Y por eso , aunque no profese ninguna religión, me llama la idea de adentrarme en esos silencios, de sentarme a escuchar la ausencia de ruido, y a sentirme de alguna forma arropado por otros seres que han llegado hasta ese lugar arrastrados por su fé, o tal vez por la misma sensación de tranquilidad que me transmite a mi.

Siempre me ha llamado mucho la atención la separación que generan los muros de una iglesia, el exterior con sus ruidos y problemas, el interior con su paz y su suave parsimonia. Es como si la puerta de Dios (de cualquier Dios), se abriese y nos enseñase de lo que estamos necesitados.

Es muy frecuente, además encontrarse a personas rezando, o simplemente meditando (en realidad no concibo la diferencia), es entonces cuando mas se hace respetable el ser humano, cuando está consigo mismo y en su interior no hay espacio para algo que no sea la paz.

Tambien es por eso que las celebraciones religiosas no me gustan porque tratan de contentar, de concentrar, de cautivar al mayor numero de personas simultaneamente, y eso, a mi entender es imposible. La fé es algo que se cultiva muy interiormente, muy dentro. No con grandes fastuos, ni con grandes eventos multitudinarios, eso es contrario a la persona.

No se sabe a ciencia cierta, si el culto religioso es debido a una parte de nuestro ser que busca un "padre" superior, porque realmente existe, o es algo que nos hemos construido, a partir del momento en que no hemos entendido ciertas cosas. Yo soy mas partidario de la segunda opción, porque a medida que avanzamos en conocimientos, las viejas creencias, van cayendo por su propio peso, como algo que no tiene sentido en nuestros dias